viernes, 5 de junio de 2009

En este modelo a los científicos no se los manda a "lavar los platos"


El complejo y costoso instrumento Aquarius, fabricado por la NASA, llegó ayer a Bariloche, para ser ensamblado en el satélite SAC-D que se desarrolla en los laboratorios de la empresa Invap Sociedad del Estado, con sede en esa ciudad.

El Proyecto SAC-D Aquarius es realizado en conjunto por la agencia espacial norteamericana y la argentina Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), con la participación de agencias de Francia, Italia y Brasil.

La misión demandará una inversión en el orden de los 300 millones de dólares, de la cual sólo el Aquarius cuesta 100 millones. El lanzamiento del satélite está previsto para el 22 de mayo de 2010 desde la base californiana de Vandemberg. El satélite pesa 1.400 kg, y mide 2,7 metros de diámetro; 7 metros de largo, con la antena del Aquarius desplegada y tiene 1.443 watts de potencia.

Aquarius, que fue fabricado en Estados Unidos por el laboratorio Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA, llegó a las 14,50 con todo éxito a Bariloche a bordo del enorme C17 Globemaster de la Fuerza Aérea de los EEUU desde Los Angeles, previa escala en Lima, Perú.

Amit Sen, jefe del proyecto Aquarius, manifestó tener muchas expectativas por esta misión que es "muy importante para nosotros". Indicó que estuvieron esperando por este día en los últimos ocho años. Daniel Caruso, jefe del proyecto SAC-D, informó que el satélite está compuesto por ocho instrumentos y tiene todos los equipos que permite que se comunique con la Tierra. La Conae contrató a Invap para el desarrollo de estos equipos.

Destalló que los ocho instrumentos son: el Aquarius, que suma información "para lo que llamamos cambio global", de modo que estudia el ciclo del agua a nivel mundial. Otro es el instrumento francés, que mide la basura espacial y los niveles de radiación a la altura donde se encuentra el satélite. El instrumento italiano mide los perfiles atmosféricos, humedad y temperatura; el argentino, mide altura de las olas, velocidad del viento, incendios, actividad volcánica y tiene una cámara de alta sensibilidad.

Sen precisó que el objetivo es entender cómo el ciclo del agua influye en el clima y la principal medición es la salinidad, que hasta ahora se medía con barcos o aviones en forma precaria. Informó que para entender el cambio global "debemos observar desde el espacio".

El SAC-D será controlado desde Córdoba, a donde llegará la información Y la Conae se encargará de procesar los datos del instrumental argentino para darlos luego a exposición pública. Los datos del Aquarius son enviados a un centro de la Nasa donde se validarán, para luego ser expuestos.

Fuente: Infobae y Bariloche 2000

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