jueves, 11 de junio de 2009

Volver a los 90


La Unión Industrial Argentina (UIA) reiteró ayer su pedido de que se suspenda la incorporación de Venezuela al Mercosur. Esta vez los popes empresarios se hicieron fuertes desde el corazón de un imperio que ahora se encuentra tambaleante.
Que la UIA siga prepoteando desde los Estados Unidos me recuerda que poco y nada decían cuando los programas económicos que debía implementar la Argentina (que nos llevaron a la desindustrialización y desinversión estatal) venían en inglés y se aplicaban sin traducción. No sólo fue colonización pedagógica...
“Se terminó la época en la que los empresarios vaciaban las fábricas, vendían el patrimonio, cuidaban sus cuentas personales y dejaban a los trabajadores en la calle”, advirtió Kirchner a los obreros de Cidec, una curtiembre administrada por una cooperativa formada por sus trabajadores.
Que el Gobierno resista esas presiones, en favor de un proyecto integral de desarrollo nacional, es lo que les molesta profundamente a esos grupos de poder real, que seguramente preferirían volver a las épocas de las supervisiones de los procónsules del imperio para evitar que la oveja descarríe.
Mientras tanto, Brasil fortalece su posicion ante el FMI aportándole al organismo 10 mil millones de dólares, posicionándose como país acreedor ante las naciones subdesarrolladas que piden dinero a cambio de condicionamientos.
Mientras la dirigencia brasileña recuerda su pasado de imperio, la alta burguesía argentina añora los tiempos de colonia británica.

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