martes, 23 de junio de 2009

Memoria 3º parte: Gobernados por un trastornado y un boludo


En medio de los anuncios de huelga general por parte del sindicalismo, como respuesta al ajuste, y el contraataque de la ministra Patricia Bullrich contra los dirigentes gremiales, el líder de la CGT disidente, Hugo Moyano, aseguró que los argentinos “estamos gobernados por un trastornado y un boludo”. (1 de julio de 2001)


APOYOS. 1) En su visita de negocios a la Argentina, Jeb Bush, hermano del presidente de los Estados Unidos, sólo se animó a apostar 10 dólares a que el país superaría con éxito la actual situación de crisis.
2) “El presidente de Francia, Jacques Chirac, sostuvo: ‘El G-7 se asegurará que la economía de la Argentina, que carga con una pesada deuda, no se derrumbe’. Y agregó: ‘Es seguro que implementaremos las medidas necesarias para evitar un colapso de la Argentina’. Lo hizo al final de una cumbre rodeada de manifestantes críticos a la globalización que terminó con un muerto y varios heridos” (Clarín, 21 de julio).


“En mi economía personal aplico el mismo criterio que Cavallo: no se puede gastar más de lo que ingresa. Mis amigos hacen lo mismo, es lo más común. Pero la reducción debe ser racional: en medio de la situación de inseguridad que vivimos todos los días no estoy de acuerdo con que se reduzcan los salarios del ejército, de la gendarmería o de la policía. Si a la hora de enfrentar a los piqueteros o a los delincuentes que tienen rehenes, un policía dice que por trescientos pesos no se juega la vida, yo le doy la razón” (entrevista a María Tramezzani, administradora de fondos comunes del Bank Boston; suplemento Zona, Clarín 22 de julio de 2001).


“(...) una consulta informal de Jaunarena a los comandos del Ejército y la Marina para detectar qué capacidad de reprimir conflictos internos poseen. La respuesta obtenida fue implacable: «No queremos entrar en ese terreno, salvo que nos lo ordene una ley del Congreso votada por unanimidad». (...) En el gobierno consideran que si cortes de ruta como los de General Mosconi se quintuplicaran de manera simultánea, la Gendarmería carecería de capacidad operativa para enfrentarlos, y habría que recurrir a otro tipo de instrumento represivo. Sin embargo, lo que se teme en el Ministerio del Interior es que el juego no tenga que ver con los problemas de seguridad, sino con los dramas presupuestarios de las Fuerzas Armadas, a las que Jaunarena les anunció un recorte de 50 por ciento de gastos para lo que falta de este año. ¿Cederían mejor a un achicamiento si «les pagaran» con la reposición de la Gendarmería y la Prefectura en sus estructuras? Esta es la pregunta central que nadie se atreve a hacer en voz alta, pero que anima la inquietud que se verifica en las oficinas y destacamentos de esas dos fuerzas de seguridad, que dependen hoy de la cartera de Ramón Mestre” (Ambito Financiero, 23 de julio de 2001).


“En una entrevista con la revista inglesa The Economist, el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Paul O´Neill, explicó de manera bastante cruda su punto de vista sobre la situación por la que está atravesando la Argentina. ‘Hace setenta años o más que (el país) entra y sale de situaciones problemáticas’, dijo el secretario del Tesoro para argumentar que la última crisis financiera no es algo excepcional, sino que forma parte de la dinámica histórica de la economía argentina. ‘No tienen ninguna industria de la exportación que valga la pena. Y les gustan las cosas así. Nadie los obligó a ser lo que son’, siguió O´Neill en alusión a los argentinos, en declaraciones que publica la revista en su última edición, en un artículo que analiza los riesgos de contagio que la Argentina y Turquía pueden presentar para los mercados emergentes en general” (La Nación, 24-07). Según Daniel Marx, viceministro de Economía, las declaraciones del funcionario estadounidense "fueron sacadas de contexto" (Clarín, 25 de julio de 2001).



No hay comentarios:

Publicar un comentario