Macri determina un plan de ajuste en la ciudad. Excusa: la crisis

Cuando decimos que el programa de la oposición es vovler a las políticas de los años 90 no es chicana ni consigna de campaña electoral. Los hechos lo están demostrando. De Narváez dice en el programa de Lanata que un tercer gobierno de Menem hubiera sido lo mejor. Prat Gay pide volver a pedir prestado al FMI mientras Brasil se posiciona como acreedor ante ese organismo colonial del poder financiero. Y ahora, Macri, excusándose en la crisis internacional (se dan cuenta que este hombre siempre está poniendo excusas por las cosas que no hace?) dispuso un recorte en todas las áreas de la ciudad (decreto 493/09). Como dijo Perón: "la única verdad es la realidad".

"Una lectura rápida del decreto puede llevar a pensar que se está frenando el gasto de la burocracia estatal, pero los funcionarios van a seguir teniendo la caja chica para salir a almorzar, los que no van a tener más plata son los responsables de comprarle un remedio de urgencia al chico de la calle que lo necesite", advirtió a Página 12 un operador del área de Niñez del Ministerio de Desarrollo Social.

En épocas de crisis los neoliberales proponen que la cuenta la paguen los sectores populares, algo totalmente distinto a lo que vino haciendo el Gobierno nacional en estos últimos 6 años. Y tan mal no nos fue a los argentinos. Quiénes de los que repudian al Gobierno se animan a decir que están peor que en el 2001? Bueno, los que hacían negocios con el derrumbe del país, tal vez no estén tan bien ahora...

Recordemos que en los últimos años las mayores protestas públicas no fueron de los trabajadores o de los movimientos sociales, sino de aquellos que aún ganando mucho dinero se niegan a entender que toda construcción nacional requiere de un sistema solidario que forje la necesaria integración social que nos permita proyectarnos hacia el futuro.

No es con la vieja política de ajustes en salud, educación, investigación, etc. que vamos a construir una Argentina lo suficientemente digna como para definirse como un país soberano y con criterio propio en momentos de reconfiguración del orden mundial.